Tokyo Stories: Harajuku y Halloween en Shibuya

viernes, 26 de febrero de 2021

Amaneció otro día más en el Edoya, y bajamos al comedor cual hienas hambrientas en busca de deliciosos y variados manjares...desde el mítico bollo trenzado del Edoya ("quien lo probo lo sabe...") a albondigas, umeboshi, deliciosa tamagoyaki, encurtidos, tostadas... Como fan absoluta de los desayunos disfruto siempre como una enana...



Hoy tocaba una ruta que nunca falla. Harajuku y Shibuya. Además como era sábado pre-halloween, el ambientazo estaba asegurado. 

Cerca de Harajuku, los fines de semana, raro es que no te encuentres algún tipo de mercadillo especial o matsuri gastronómica. Esta vez nos encontramos un mercadillo de artesanía japo-hippy muy curioso, y donde nos hicimos una foto con esta alpaca cachonda.

Titicaca...sí...desafortunado nombre en español....

Holi

Después de dar una vueltecita por el parque, donde vimos un grupo de voluntarios recogiendo basura -poca faena tenían- y a ciegos correr junto con guías (¿quizás se preparaban para Tokyo 2020?) nos dirigimos al templo Meiji Jingu, donde con un poco de suerte los fines de semana puedes ver alguna boda shinto con sus preciosos trajes y toda la parafernalia...

Arubi posando con el sake

Enamorada estoy, de este torii descomunal...

Y no sólo vimos alguna pareja de boda, sino que también una exposición de terrarios con paisajes japoneses recreados en miniatura que era una delicia de ver... Además, pudimos disfrutar de una danza tradicional llamada Bugaku, que existe desde hace más de 1.200 años...y que en la era Heian sólo podían disfrutar los miembros de la corte imperial. Los ropajes budistas de los bailarines son espectaculares, y el rito se mezcla con elementos shinto japoneses, por lo que es algo único en el mundo. 

Minitori en un minipaisaje

Pareja de boda

Otra pareja posando para el fotógrafo... el kimono de ella era espectacular

Atrezzo para la danza bugaku, como curiosidad...el símbolo parecido a la espiral que podéis ver en dorado se llama "tomoe", y en la tradición shinto representa el continuo movimiento, ciclos de vida y muerte y el universo material e inmaterial entrelazados. Ahí es na...

La danza Bugaku, como todas las danzas tradicionales japonesas, se basa en movimientos lentos muy medidos...

Sacerdote shinto pasándoselo en grande...

Detalle de los ropajes budistas


Después nos dimos un breve paseo por la mítica y siempre abarrotada Takeshita dori, hicimos las compras de rigor, con visitas obligadas al Daiso y al Kiddyland...y emprendimos camino hacia Shibuya antes de que se hiciese de noche. Por el camino comimos...pero como no tengo fotos pues no me acuerdo de que ni de donde...Que han pasado  más de dos años del viaje y mi memoria ya no es lo que era...

Mato por esos zapatos...maaaato

Halloween mood...everywhere

La foto de rigor con Hachiko



La verdad es que Shibuya estaba abarrotadísima y eso que aún no era de noche. Hicimos un intento de entrar en el Donki a por algún disfraz...pero estaba impracticable, no podías ni moverte... y sólo pudimos hacernos con maquillaje blanco para la cara. Así que decidimos que nos apañaríamos con eso, y en un portal (literalmente) nos maquillamos cutremente para estar un poco más ambientados. Quedó cutre pero oye, para los medios que teníamos "ni tan mal"...pudimos hacernos unas purikuras muy cachondas y Amir hizo hasta amigüis por la calle.

Preparados...listos...

...GO!


Hello world

A petarlooooooo

Donki modo Halloween

Nuestros maquillajes improvisados

Intentar dar miedo en un Purikura es complicado....XDDDD

Decoración de la Disney Store de Shibuya, otra visita OBLIGADÍSIMA



 
De verdad que la montonera de gente que había por la calle no era normal, y eso que no era día 31... el día 31 de hecho se lió tan parda que el alcalde de Tokio decidió que el año siguiente iban a prohibirlo o al menos a regularlo mucho más para evitar incidentes ya que la gente va muy pasada... Curiosamente luego estalló la pandemia que todos conocemos, así que sin saberlo puede que fuésemos testigos del último sarao-halloween de Shibuya ¿? 

Amir haciendo amiguis

Que entre semejante marea de gente me encontrase a un Youtuber que sigo y me hace mucha gracia merecía sin duda una foto..."hontoni bikurishitaaaaaaa"

Arales majas

Doraemon que daba cierto mal rollito

Amir sigue haciendo amiguis

Este señor incluso le enseñó una foto de su moto...I don't know why...

Un poco agobiados de tanta gente, volvimos a nuestro barrio, Okachimachi, a cenar en nuestro sitio de tickets. 

Sumimasen...un koroke XD

El kitsune soba se convirtió en mi obsesión


Mata-Necee!!! Ya se acaban las crónicas... no sé que voy a hacer con mi vida T____T









Asakusa y Odaiba, mis dos imprescindibles de Tokio

jueves, 14 de enero de 2021

Os pongo en antecedentes por si no os acordáis. Aquella noche habíamos dormido en Yokohama. Concretamente, en un love-hotel de inspiración balinesa. Ahí es nada. Nos sirvieron el desayuno en la habitación, dejándonos la bandeja en la puerta. No olvidemos que esto es un love-hotel y la discreción es lo primero. A los usuarios de un love-hotel les gusta la intimidad por encima de todo.. Así que desayunamos en la habitación y nos despedimos de las instalaciones, de las cosas gratis, y de las sillas de masaje. 

De las sillas de masaje fue duro despedirse...

Os juro que volveré...esperadme preciosas

La bandeja de desayuno. Occidental vs Japonés

Nuestro destino para el día era Tokio. Concretamente, dos de mis barrios favoritos. Asakusa y Odaiba. Si disponéis de poco tiempo en Tokio, par mi estos dos lugares son imprescindible. Asakusa es un buen ejemplo del Tokio más tradicional. De hecho si te pierdes en sus callejuelas puede que olvides que estás en la capital. El templo Senso-ji (a pesar de las multitudes) es impresionante y las tiendas de souvenirs y dulces que lo rodean son un clásico para cualquier viajero. 

Antes de nada, dejamos nuestras mochilas en uno de los lockers del metro. Ya que veníamos de pasar la noche fuera y no queríamos llevar más peso del necesario. Las taquillas son maravillosas y una gran ayuda si no quieres cargar con tu equipaje. Las hay de muchos tamaños pero las grandes (donde caben maletas) suelen estar muy demandadas...

Esta foto está hecha para recordar el número de nuestra taquilla. Sin más.

Una vez en Asakusa cumplimos con la tradición de cada viaje. Visitar el Senso-ji, comprar souvenirs y comernos un melonpán. Los melonpanes caseros de Asakusa están deliciosos y si te gusta el melonpán industrial vas a ver que los caseros... bua...esa mierda es otro nivel. Absolutamente impensable irnos de Asakusa sin comernos uno.

La zona que rodea al Senso-ji está siempre muy concurrida, llena de turistas. Puedes ver a gente vestida con Kimonos ya que en los alrededores hay muchos sitios de alquiler de ropa tradicional. Es un buen sitio para comprar un yukata, o cualquier otro tipo de souvenir. Aunque os he de advertir que los precios son más baratos en otras zonas menos famosas. Pero si no tienes mucho tiempo es una muy buena opción por la variedad que ofrece. 









Nunca me había dado por fijarme en lo espectacular que es el techo...

Os recomiendo que no os limitéis sólo a explorar la calle principal. Asakusa está llena de callecitas y pequeñas zonas comerciales techadas (shotengai) que además de ser ideales si hace mal tiempo, os mantendrán entretenidos muchas horas...

Shotengai de los alrededores de Asakusa

Para comer, nos alejamos un poco de la zona turística y acabamos en un pequeño local donde sólo servían Yakisoba (a un precio irrisorio, por cierto). El sitio era más bien para llevar pero nosotros decidimos comer allí mismo. Lo llevaban una pareja de ancianos adorables y la mujer, como no tenía más clientela, estuvo un buen rato hablando con nosotros. Flipó cuando le dijimos de donde veníamos y cuantas horas de avión habíamos necesitado para llegar. Aún recuerdo nítidamente su asombrado "EEEEEEEEEEEEE" y su "¿por qué venir de tan lejos?". Mítica, la abuela de los yakisoba. 

La sencillez de un plato casero delicioso...

Después pasamos por varios sitios chulos, entre ellos un café de erizos al que no me dejaron entrar (snifsnif) porque la verdad es que íbamos un poco mal de tiempo para llegar a Odaiba antes de que anocheciese. Queda pendiente para la próxima...

Kawaiiii

Halloween mood

Odaiba, y en general toda la bahía de Tokio y la recientemente construida playa artificial, me encantan. No me imagino un sitio mejor para pasar una tarde-noche entretenida. Ya he hablado de Odaiba muchas veces en anteriores viajes... pero sigo insistiendo en que no puedes irte de Tokio sin hacerle una visita. Tiene una magia especial...

Se puede ir en barco desde Asakusa, pero yo soy más de monorail. Me encanta ponerme en la parte de delante y hacer fotos. Mira que he montado veces pero me sigue divirtiendo como la primera vez. Es uno de los lugares donde sí que sientes que estás en una peli futurista y puedes ver Tokio en todo su esplendor. 



Una vez en Odaiba, visita al ya mítico Gundam Gigante, que cada vez lo hacen más sofisticado (creo que ahora mismo están construyendo uno que se mueve... supongo que al final harán uno que se pasee por la zona y espero poder vivir para verlo) 





Halloween mood 2.0

Queríamos montar en la noria de Palette Town, pero...igual que en Yokohama...la maldición de las norias no persiguió y estaba cerrada por mantenimiento. Shit happens...

Aruba no está feliz de no poderse subir a la Noria...

Y tú no te rías, Amiru!!!!

Estuvimos un buen rato paseando por la zona e intentando captar la mejor foto de la bahía de Tokio desde la "playa" de Odaiba.  



Ya es Navidad en el Corte Inglés, y en Odaiba aunque aún estemos en octubre


Pasando el rato de tiendas

La imprescindible replica de la Estatua de la Libertad

Acabamos el día yendo al hotel Edoya. Un clásico entre los clásicos de los alojamientos en Tokio. Yo...tengo que reconocer que el edificio ha visto mejores días, que cada vez está todo más cochambroso... pero que queréis que os diga, si no voy al Edoya me parece que no estoy en Tokio. Es como volver a casa, les tengo ya un cariño especial a los dueños y al sitio y no puedo ser objetiva. 

Además, el barrio es genial y sigue abierto nuestro local de tickets donde puedes comerte esta maravilla de fusión entre katsudon y kare-raisu.

No hase falta disir nada más


Ala, hasta la próxima. Cuando termine con este viaje y sin poder ponerle fecha al siguiente...no sé que voy a hacer con mi vida.