FUSHIMI INARI, NARA Y OSAKA EN UN DÍA. Y SIN DESPEINARNOS

domingo, 18 de noviembre de 2012



Amanecía un nuevo día más en el estupendísimo ryokan Towa. Y amanecía seriamente temprano, en el que sería un día maratoniano para nosotros.Después de desayunar (este año no hemos renunciado al desayuno del hotel ni un sólo día, que hay que ir bien alimentaos de excursión) salimos hacia la Kyoto Station a coger la linea JR que nos llevase a Fushimi Inari. El Fushimi Inari es un santuario sintoísta dedicado al espíruto de Inari (que está representado por un zorro). Es conocido por los miles de toris rojos que delimitan el camino por la colina hacia el santuario. Es sin duda uno de mis IMPRESCINDIBLES para visitar en Kyoto.




Eso sí, la experiencia de visitarlo con temperaturas veraniegas fue...algo más inquietante que la 1º vez. Y es que algo del misticismo del lugar se fue al carajo al ser constantemente acosados y atacados por millones de mosquitos, tener que ir esquivando telarañas con dueñas aterradoras...si hasta a Patri la atacó una mantis religiosa! jajaja  En el momento fue muy agobiante pero la verdad es que ahora desde la distancia lo veo hasta divertido.

                                    Mira que bonito el farolill....COÑO, que mierda es esa cosa!!!! Ahhhg!!!!



Uno de los momentos más divertidos del recorrido fue cuando nos encontramos un perrete con pañales en un capazo allí en medio de la nada. Esta vez no había gatos (yo creo que se los habían comido las arañas y por eso eran así de gordas).

Ayyy que fácil es hacerme feliz XDDDD
Bonito, eh?


                                                          Pidiéndole cositas a los Onis...que por cierto...GRACIAS ;)


                                                                                           Fotito de grupo

Una vez arriba y hechas nuestras oraciones al zorrito (o zorrita XD) emprendimos el camino de bajada. Lo guay es que puedes bajar por un sendero distinto al de subida y así te vas encontrando cosas nuevas y todo es más ameno. No sólo encontramos un puesto donde comprar Toris pequeñitos bendecidos (yo no compré porqué ya tengo del 1º viaje) sino también un puesto de un artesano de la madera que talla unos zorritos encantadores y donde también pudimos comprar unas postales hechas de madera la mar de originales.
Ya abajo teníamos que emprender rumbo a Nara y ya ibamos bastante tarde...pero no pudimos evitar ser abducidos por un par de tiendas de souvenirs y acabar comprando entre todos -por puro vicio- una caja de yatsuhashis de chocolate y fresa. Llegamos por fin a la estación del tren y mientras esperábamos decidimos que era "cofee and melonpan time". Y así emprendimos la marcha hacia Nara, hinflandonos a bollos. Marina había comprado un melonpan relleno de crema de melón!!! que estaba bueno pero era empalagoso hasta decir basta...y no fui capaz de terminarme.

                                                                                            "Melonpan time"

Bien alimentados llegamos a Nara, donde el solazo de mediodía se alzaba amenazante en un cielo totalmente despejado. Menos mal que "Ma-marina", siempre pensando en todo, se había traído crema protectora para el sol, porqué sinó habríamos acabado todos con una cara y una espalda más propia de un Holandés en Marbella que de un españolito en Japón.

Nara está tan preciosa como la recordaba, con su enorme parque salpicado de templos y con mucho ambiente siempre. Nos sorprendió encontrarnos muchos grupos de escolares que iban de excursión, y son super simpáticos y siempre dicen "Hello" cuando ven un grupito de extranjeros. Allí también volvimos a tener contacto con los ciervos de Nara.

Lo de los ciervos de Nara es algo inquietante. La primera vez que vas te parecen muy monos y hasta educados (te hacen la reverencia para pedirte galletas -true story-) pero tienen un lado oscuro muy chungo...que va desde moderte el culo a directamente hacerte un "fatalitie"  para dejarte K.O. Llamadme miedica, pero yo me acerco a ellos lo justo. XDDDD

                                                 No miento. Hasta había carteles que lo advertían....KNOCK OUT!!!


Llegamos al Todaiji, o el "sugoi templo" más tocho y más impresionante que he visto en Japón (y ya puedo decir que he visto muchos jeje). Por supuesto volví a entrar y por supuesto volví a hacerme un montón de fotos estúpidas en la puerta. Y como creo que la primera vez que pasé por la columna me dió bastante sabiduría (sólo hay que ver lo mucho que me madurado y cambiado en 4 años) volví a pasar...porqué el cerebro de Buda esconde muchos más secretos y estoy deseando conocerlos todos.

                                                                                               Sugooooi.... 2.0

Además pasar por el agujero es muy divertido y da para hacer videos como este XDD



Una vez vistos todos los templos que nos apetecieron (que fueron básicamente el Todaiji y...el Todaiji XD) nos sentamos a merendar los yatsuhashis en un parque, mientras observabamos como 2 ciervos se peleaban por tirarse a una ciervita que encima luego les dió calabazas a ambos. Cualquier paralelismo con la realidad...mera coincidencia.Estabamos ya bastante cansados y nos dirigimos a la estación. Para volver a Kyoto...pensáreis. No. No no. Eso es de cobardes. La noche es joven y nosotros nos vamos a Osaka. Porqué Osaka tiene que molar. Pensamos. Inocentes...XDDDDD




Así que allí nos plantamos, en el famoso barrio Dotonbori. El barrio que inspiró Blade Runner. No se quien me dijo que Osaka es el aspecto que tendría Lady Gaga si fuese una ciudad...y no podría ser una afirmación más cierta. Las luces, la gente, el ambiente...todo tiene un tufillo cutre y decadente que te atrapa desde el minuto 1. Nada que ver con la serenidad y el orden de Kyoto, sino más bien todo lo contrario. Tampoco creo que se parezca a Tokyo, ni a ninguna otra ciudad japonesa donde haya estado. Osaka es el Bronx!!! XDDDDNuestra experiencia osakil llegó a su punto culminante a la hora de cenar. Famélicos por no haber hecho una comida decente en todo el día, entramos en el primer sitio donde nos pareció que todo era bueno, bonito, barato. Un señor con un cartelito de "pinchos a 80 yenes" nos atrapó cual moscas en un panal de miel...De nada sirvió que alguien comentara "este sitio es sospechosamente económico", que cuando nos quisimos dar cuenta estábamos en un 5º piso, en un reservado bebiendo cerveza y comiendo pinchos de cosas rarísimas (y algunas de ellas no aptas para estómagos sensibles).

La sorpresa llegó cuando bajamos a pagar y nos pedían una cifra desorvitada, que para nada tenía que ver con lo que habíamos calculado. Echando on ojo pudimos comprobar que no sólo los pinchitos no valian 80yenes, sino que además nos habían cobrado el reservado (carísimo), unos aperitivos que no habíamos pedido...y todas las bebidas!!! Vaya, que lo mismo te cobraban por una cerveza que por una jarra de agua (en Japón es rarísimo que te cobren el agua). Fue un momento tenso...muy tenso...con Marina y Dani intentando hacerle entender al camarero que eso no era correcto y que no ibamos a pagar por cosas que no habíamos pedido y de las que no se nos había informado. La barrera idiomática no es excusa. Nos estaban timando y punto. Al final Nuria entró en acción y con un gesto y la única palabra que sabía decir bien en japonés (IEE = NO) consiguió lo que 15 minutos de negociación no habían conseguido, y es que nos descontaran casi la mitad de la factura. Yo creo que se acojonaron y por eso al final cedieron.

De todos modos seguimos saliendo de allí cabreadillos, y en general algo desencantados. No mola que te timen en Japón. En cualquier otro país vale...pero en Japón no te lo esperas y te sabe especialmente mal. Para quitarnos las penas Vero y yo nos zampamos una bandejilla de takoyakis...porqué yo no podía irme de Osaka sin comer takoyakis. Es como ir a la plaza mayor de Madrid y no comerte un bocata de calamares. No hay otra opción.

                                                                    Mmmmmm ....6 pequeños bocaditos de placer...

Y caminando caminando y riendonos de la situación (que es lo importante, reirse de las "anecdotas"y no dejar que te amarguen ni un segundo del viaje) se nos hizo tardísimo...y no estábamos seguros de hasta que hora pasaban trenes hasta Kyoto, ya que teníamos que hacer varios transbordos y un buen rato de camino. Así que en general el trayecto de vuelta a casa fue un pelín estresante (la idea de quedarnos tirados una noche en Osaka no era tentadora, queríamos volver al cobijo del Towa y sus futones calentitos). Pero tuvimos suerte -esa potra que, en general, nos acompañó durante toooodo el viaje- y pudimos llegar sin problemas, no sin antes vivir un par de momentos más para el recuerdo...como los chicos bailando Break Dance en el metro de Osaka, el señor que limpiaba el pasamanos de la escalera mecánica en la Kyoto Station -que fue como un....wellcome back to JAPAN XD y ah! la parada de metro llamada FUKUSHIMA con la que podríamos haber acojonado a nuestras familias pero no lo hicimos porqué somos buenos...


                              ¡Mira mamá donde he ido hoy!!! Y me ha salido un 3º ojo en la frente, como a Ten Shin Han!!!

Porqué somos buenos y estábamos literalmente reventados. Como yo ahora.

Ale, buenas noches :)  Poquita broma que en el próximo episodio nos vamos a HIROSHIMA!!!

DÍA 2: DUENDES, PEPINOS, TEMPLOS Y BAMBÚ. MUCHO BAMBÚ.

domingo, 11 de noviembre de 2012

Amaneció nublado el día en Kyoto. Después de zamparnos el desayuno de Mamá Pato (esta vez síii, había huevo escalfado!!!) nos vestimos y salimos rumbo a la estación de autobuses. Pero ahí nuestros caminos se separaron. Por un lado, Dani y los demás se fueron a ver el templo dorado, una maravilla que sin duda uno no debe perderse si visita Kyoto por primera vez. Por nuestra parte, Vero y yo decidimos volver a las tiendas que rodean el Kiyomizu-dera, ya que nos quedaron pendientes algunas compras y porqué...porqué francamente nos apetecía más.

                                                                    Esto sí eran desayunos como Dios manda...


Al principio nos dio algo de cosilla el como nos ibamos a apañar solas por Kyoto con mi super japonés macarrónico, pero la verdad es que como los empleados de la Kyoto Station son un encanto de personas y muy eficientes, enseguida cogimos el bus correcto y nos plantamos allí. Las "duendecillas" sueltas por Japón!!!! Lo malo fue que nada más llegar empezó a llover bastante, y aunque llevábamos chubasquero tuvimos que comprarnos un paraguas de esos transparentes (a mi ya me vino bien, porqué quería comprarme uno igualmente...aunque luego cargar con él por todo Japón fue un coñazo XD). Nos hartamos de ver tiendecitas aunque la verdad es que hicimos pocas compras. Yo estuve muy tentada de comprarme un kimono de 2º mano por el ridículo precio de 1.000yenes, pero al final le encontré muchas manchas de viejuno que era...y me lo repensé.

Uno de los mejores momentos de la mañana fue cuando a Vero y a mi se nos antojó comprar un pepino pinchao en un palo que vendían en un puestecito. (inciso: los pepinos japoneses son más largos y estrechos que los occidentales. Y no amargan) (inciso 2: estoy hablando de hortalizas, que tenéis la mente muuu sucia) La cuestión es que la venerable señora vendepepinos me ofrecía una bolsa que yo pensé que era para meter el pepino y me dispuse a agarrar el susodicho vegetal por el palo de madera. Entonces la señora me empieza a echar una bronca increible en japonés y a fuerza de gritos y miradas de incomprensión logro captar que me tengo que poner la bolsa en la mano y luego ya elegir el pepino. Cuando lo hice bien la señora me aplaudió como si acabara de ver a un mono dar una voltereta. XD Fue bastante humillante...

El pepino estaba muy rico. Al menos.


Sí...lo se. Me sale un pepino de la nariz. Pero es la foto más digna y menos guarra que tengo. Es muy difícil hacerse una foto decente con un pepino...

Nos quedamos aparentemente satisfechas...pero entonces descubrimos los yatsuhashis de platano y chocolate, y claro...nos acabamos zampando un paquete entre las dos. Y después un melonpnan. Hambre no pasamos aquel día...no.


 

Nos teníamos que ir ya porque a las 3 p.m. habíamos quedado con los demás literalmente a la otra punta de Kyoto. Como solución fácil decidimos coger cualquier bus de regreso a la estación de Kyoto y desde allí coger el bus hacia Arashiyama. El bus tardo la vida en pasar (más de media hora)...y fue bastante aburrido. Aunque pudimos ver a una empleada de la limpieza japa quitando un chicle del suelo con las manos...que es una de esas cosas de Japón que si no las ves no te las crees -como gente barriendo el bosque...etc).


                                                                                     This is Japan, amiguitos....

Una vez cogimos el bus nos recorrimos media ciudad hasta la zona oeste de Kyoto, Arashiyama (muy recomendable, por cierto). Vero se encontraba pachuchilla con la garganta -me recordaba tanto a mi en el 1º viaje...snif-) así que mientras dormitaba en mi hombro tuve que hacer verdaderos esfuerzos para vencer el sueño...XDDD Debía ser muy cómico verme, me faltó abofetearme la cara.

Una vez nos juntamos con los demás nos fuimos a comer a un restaurante cercano, donde por un módico precio me metí un tempura udon mu rico entre pecho y espalda.


                                                              Mmmm...mierda buena. Muy buena y calentita....

Después nos fuimos al cercano Tenryu-ji temple. En este repetí y con gusto. Tengo absoluta fascinación por este templo. Su jardín, con lago y todo, es de las cosas más bonitas que he visto nunca. Y lástima de momiji...porqué he visto fotos del jardín con las hojas rojas y es una cosa que te peta la cabeza de bonito....


                 Yo es que es ver un tatami y entrarme unas ganas irrefrenables de hacerle "finishers" a la gente...XD

                                                                                     Que bonico es to....

                            Yo en pleno éxtasis fotográfico...aunque las fotos nunca captan ni la mitad de lo bonito que era

                                                                            Yo modo Zen...

Nos tiramos allí bastante rato, reposando frente al jardín, haciendonos fotos chorras en los tatamis...la verdad es que es un sitio para visitarlo sin prisas. Tanto nos entretuvimos que cuando salimos de allí casi se nos estaba haciendo de noche!!! y llegamos al camino del bambú (otra de las maravillas de Kyoto) cuando ya estaba medio oscuro, lo cual le dio al recorrido un aura especial...dicho sea de paso. Llegamos a lo alto de la montaña y había unas vistas estupendas del rio, con un paisaje que parecía recién sacado de "El viaje de Chihiro".... Lo malo fue que mientras bajábamos se nos hizo completamente de nochee!!! tanto que si no llega a ser por las linternas de los teléfonos no se como hubiésemos salido de allí dentro...



La ya mítica "foto de las ranas"


 Un poquito de bambú...

 

 Vistas desde el monte....


                                      Gatico simpático que nos encontramos en medio de la oscuridad...


Para volver a casa optamos por una linea de metro que nos llevaba directamente a la Kyoto Station y que además nos entraba con el JRP. Iba petada de gente, eso sí, así que alguno vivió allí su primer "momento metro" a la japonesa (aunque no se de que se asusta nadie, que yo el otro día en BCN con la huelga de metro fui mucho peor...)


Cuando llegamos a "nuestro barrio" pasamos por el Lawson y cada cual escogió su cena. (a mi se me antojaron unos pinchitos de dangos dulces...) y además compramos una botella de sake para tomárnosla juntos en la habitación del ryokan, donde tras comentar las jugadas del día y echarnos unas risas nos fuimos a dormir ya que al día siguiente nos esperaba una jornada de infarto....

                                                                           El super ejercito gatuno de Anna...

                                                                                  Dándole al sake cosa fina....

                                                                                              KAMPAI!!!


Y en el próximo capítulo...chan chan...el misterio de Inari y los insectos...los Fatalities de los ciernos de Nara y un restaurante "sospechosamente económico" en Osaka....XD

DÍA 1: TEMPLOS, CALOR Y MARIPOSAURUS REX

lunes, 5 de noviembre de 2012


Nos levantamos tempranito en Kyoto. No fue demasiado duro, en parte por haber tenido un sueño reparador...en parte porque a partir de las 5 de la mañana en el Towa te empieza a dar el sol en la cara (no conocen el significado de la palabra persiana, no...)

Bajamos al piso de abajo dispuestos a desayunar. ¡El superdesayuno de Mamá Pato!!! Otra de las cosas que había echado tanto de menos...En el Towa te sirven un desayuno 100% tradicional, en una sala muy espaciosa con tatamis y mesas bajas (que son una agonia para las piernas...la verdad sea dicha)

                                                             Una delicia para los sentidos...

El desayuno es básicamente a base de pescado, arroz, huevo, algo de fruta, te verde, sopa de miso y tofu...pero realmente va variando un poco a lo largo de los días. Por ejemplo, ese primer día en vez de escalfado, el huevo nos lo sirvieron en tortilla (me encanta la tortilla japa, sólo a ellos se le podría haber ocurrido el hacer una tortilla dulce) Me comí todo el salmón, y es inquietante porque en Barcelona (al menos hecho) no lo puedo ni oler!!! Hasta Marina casi se termina el suyo, y eso que odia el pescado en general...Es la magia de Japón...jajajaja

                                    Tengo que aprender a hacer tortilla a la japonesa...la echo de menos!!!

En fin, que bien desayunados bajamos a la estación de autobuses dispuestos a pasar nuestro primer día completo explorando la ciudad. Lo primero que nos llamó la atención fue el caloooooor infernal que hacía esa mañana, más propia de julio que del mes de octubre. Compramos un bonobus de 500Y (al menos las tarifas no han subido desde la última vez jeje) y cogimos el primer autobús. Los autobuses japoneses son bastante peculiares. Para empezar, entras por detrás y sales por delante, y pagas al salir. Además, el autobusero va "cantando" las paradas, y son super cómodos siempre.

Nuestra primera parada era el Ginkaku-ji, o pavellón de plata. Que no es de plata, pero se le llama así y tiene unos jardines impresionantes. Vero y yo decidimos esperar fuera, más que nada porqué ya lo habíamos visto y aunque es muy bonito no nos apetecía volver a pagar la entrada. Así que mientras esperábamos nos dedicamos a husmear entre las tiendecitas que rodean al templo, donde puedes encontrar desde artesania hasta dulces. Me compré un paipai rojo, más por necesidad que por capricho, y una cinta de esas que te atas en la cabeza que pone "victoria segura"(aunque yo digo que pone "epic win!!!") y que utilizaré siempre que tenga un reto importante al que enfrentarme (como cuando estudio para los temidos exámenes de Kanjis de Sanae...XD). Después de ponernos hasta el culo de muestras de yatsuhashi (los triangulitos de harina de arroz rellenos de cositas ricas tan típicos de Kyoto...) a Vero y a mi casi nos peta la cabeza cuando vimos un puestecito de Kakigori!! El kakigori es muy típico de Japón en verano...básicamente es hielo rayado con sirope de algún sabor...Si alguien recuerda la escena de Memorias de una Geisha cuando el Presidente le compra un helado a Chiyo...es justamente ese tipo de helado. :)

                                                                            De fresa y de melón... :)

Seguimos la jornada explorando templos. La verdad es que Kyoto estaba precioso, a pesar de no poder disfrutar aún de los colores otoñales por las altas temperaturas. Las mismas temperaturas que hacían proliferar toda clase de "habitantes" indeseados, como arañas descomunalmente grandes (a las cuales hasta nos acabamos acostumbrando), mantis religiosas,  mariposaurus rex y unos mosquitos muy cabrones que a mi personalmente me dejaron las piernas hechas un Ecce Hommo...

             Todo es pequeño en Japón...excepto los insectos, que tienden a ser descomunales XD

Pasamos la jornada viendo templos...cuyos nombres no voy a citar porqué Kyoto tiene miles y todos molan...así que es indiferente. Cuando el hambre empezó a apretar...echamos mano de la munición "made in Lawson" con Melonpanes y chuminadas varias...todo ello sin dejar de andar, claro, porqué si de algo te hartas en Japón es de andar. XD




                                                                   Por fin un atisbo de momiji!!!! Ueeeee

Los que nunca habían estado en Japón no dejaron de flipar. Caminar descalzo en los templos y acabar con los pies tan limpios que parece que acabes de ducharte, los buditas con monedas que la gente ofrece y que, por supuesto, nadie toca...hasta Raquel encontró su lugar ideal de curro en Japón en una super-guardería hiper pija que debe ser el sueño de cualquer preescolar...

La temperatura no nos daba tregua...(31 grados marcaba el termómetro) así que cuando encontramos un Lawson decidimos que era el momento de parar y merendar algo en condiciones. (por merienda en condiciones cada uno entendimos una cosa...hubo desde huevos cocidos hasta pulpa de frutas metida en una especie de gelatina...pero oye, todo rico)

Los gajitos de mandarina en gelatina fueron un descubrimiento para una adicta a la fruta como yo...

Ya bien entrada la tarde encaramos el que sería el último templo del día, el espectacular Kiyomizu-Dera. Un imprescindible si vitias Kyoto. Como también imprescindible es el barrio que la rodea, de mis zonas preferidas de la ciudad. Vero y yo nos perdimos la visita al templo (ambas lo habíamos visitado ya en anteriores viajes) y nos quedamos abducidas por una tienda Ghibli donde todo era hipercaro pero super mono...Allí descubrimos también por primera vez ¡los paraguas-katana!!!! y nos compramos una especie de pijamas azules por 500Y muy monos, que ahora hemos descubierto que no son pijamas, sino kimonos de trabajo muy utilizados por los artesanos y demás profesiones tradicionales...


   Un señor con el Iphone colgando del yukata...una metáfora perfecta de lo que es Japón

                                                            Si así era la tela de araña....imaginad el resto XD

Y así a lo tonto se nos hizo de noche. Tras una pequeña crisis en la que perdimos a parte del grupo XD es lo que tiene ser 10...nos dirigimos a Gion a ver si veíamos alguna Geisha o Maiko pululando por allí. No tuvimos suerte esta vez, pero aún así es una gozada pasear por sus tranquilas calles, adivinando que se puede cocer dentro de los exclusivos y prohibitivos restaurantes, ryokanes y casas de té... Además los farolillos rojos le dan un ambiente muy característico.

                                                                Gion...y su perpetua aura de misterio y fascinación

Para cenar optamos de nuevo por los sotanos de la Kyoto Station. Nos pillan a tiro de piedra del ryokan y además hay mucha variedad. Esta vez volvimos al restaurante especializado en udon donde Dani y yo ya habíamos comido en el primer viaje, y la verdad es que siguen haciendolo buenísimo. Yo me partí unos soba con Raquel (el udon llena mucho XD) y con la tripa llena nos volvimos al hotel a seguir lo que sería nuestra rutina. Bañito relajante, wifi time en pijama en la recepción del hotel XD, pasar las fotos al portatil y a dormir!!!!

                                                                                Vero y yo estrenando "pijama" :)


                                                                                             つづく...

DÍA 0: De como recorrí más de 10.000km...por una tarta de fresa.

jueves, 1 de noviembre de 2012



Tras 4 años de silencio, por fin puedo decir bien alto que vuelven las "Crónicas Japonesiles", y con más material que nunca! No hace ni un mes que volví de mi 2º (y espero que no último) viaje al país del sol naciente y la frikada constante. Acompañada de 9 intrépidos exploradores nos disponiamos a pasar 15 días de infarto por tierras niponas. La cosa pintaba bien, con un planning intensillo (el de 2008 era un paseo para ancianitos del Inserso comparado con este), una maleta medio vacía que llenar y 50mil yenes en el bolsillo (la pérdida de poder adquisitivo ha sido grande y se ha dejado notar...tanto en las compras -más austeras- como en el menú (convini for the win!!!)

Pero empecemos por el principio, que hay mucho que contar...
Todo empezó el día 1 de octubre, de madrugada. A las 4 de la mañana quedamos todos en el Prat para coger nuestro vuelo a Roma, que salía a las 7 a.m. Tras un "panic moment" inicial (Ana se había dejado el Japan Rail Pass en casa y tuvo que volver a por él) al final pudimos facturar las maletas y nos sobró tiempo para tomar un café en una cafetería cercana a nuestra puerta de embarque. Allí hicimos el sagrado reparto de yenes y empezamos a esbozar los detalles de nuestra japo-aventura. 



                                               Vero y yo pletóricas antes de montarnos en el avión...




El vuelo hasta Roma se hizo corto (apenas 1 hora y media), y como en la escala nos sobraba bastante rato acabamos pasando el rato jugando a las cartas, que estuvo muy divertido, la verdad. Aunque a algunos, como a Marina, les venció el sueño XD Lo siguiente son 12 horas de avión de las cuales daré pocos detalles porqué son bastante aburridíllas. Los aviones de Alitalia son aún más incómodos que los de BA, por lo que por mucho diacepan y vino que tomase, supe enseguida que "one more time" no iba a dormir nada. Suerte que había pelis que ver, como "Los juegos del hambre"...hasta "Avengers" me puse a ver un rato, porqué verle la carilla a Loki siempre viene bien y ameniza cualquier espera.


                                       "I am Loki, of Asgard and I am burdened with glorious purpose"

Puntuales a las 8 de la mañana (hora japa) llegamos a Narita. Una vez allí, y tras comprobar con alivio que a nadie le habían perdido la maleta (eramos 10...las posibilidades no eran pocas) empezamos ya lo que sería nuestra aventura en tierras japonesas. De esos primeros momentos en Narita recuerdo la lagrimilla de alegría al ir al baño y ver un Toto, y el salir fuera y tomarme algo en la 1º vending machine que encontré. Por fin en casa. :)

                           Supongo que es algo bizarro que la 1º foto que hiciese al llegar a Japón fuese a una taza de vater...

Botellatas bonitaaaas....tessooooroooo...tessoooorooooo


Enseguida cojimos el Narita Express rumbo a la Tokyo Station. Del trayecto recuerdo poco, básicamente porque dormimos como angelitos. Es lo que tiene el transporte público japonés...que os voy a contar ya que no sepáis. Ya en la super-estación de Tokyo cojimos nuestro primer Shinkansen del viaje (nos ibamos a jartar XD) rumbo a Kyoto. Aquí volvimos a dormir, tanto que no tengo ni idea de si se vio el Fuji por la ventana o no.. 2horas y media de placentero sueño después estabamos en la flamante Kyoto Station. Ya lo dije en el primer viaje pero lo repito, la Kyoto Station me flipa. Es una pasada de sitio. En general Kyoto es mi ciudad soñada para vivir, lo dije y lo mantengo más que nunca.Tocaba dirigirnos al Towa. Dani me vio tan emocionada que me propuso el reto de "guiar" yo a ver si recordaba el camino, y la verdad es que lo recordaba bastante!!! Fue una sensación estupenda, como volver a casa después de mucho tiempo y ver que nada ha cambiado.

                          Si los aviones transoceánimos fuesen la mitad de cómodos que el Narita Express...

 Otra vez. La foto. Mismo lugar. Misma maleta. Objetivo conseguido.

En la recepción del Towa, superada por el Hype y la alegría XD

Ya en el Towa nos distribuimos en 2 habitaciones. Dani, Nuria, Albert, Patri, Ana, Alberto y Raquel durmieron, curiosamente, en la habitación más grande del hotel, aquella que ocupáramos nosotros en 2008. Por otro lado, Marina, Vero y yo escogimos una habitación de 3, algo más peque pero super apañada, al otro lado del pasillo. Entre que dejamos los bartulos y tal se nos dio la hora de comer, y optamos por una cadena de comida rápida muy cercana donde te sirven manjares como el arroz con curri o el katsudon a precios de risa. Fue el primer contacto con la comida japonesa "real" de algunos, y creo que se llevaron una sorpresa muy agradable, tanto por la calidad como por el precio.


 Itadakimasuuuu

                                                   Arroz, cebolla, huevo y carne. Simple pero insultantemente bueno.

Estabamos agotados del viaje, pero nos habíamos propuesto no desaprovechar ni un instante de esos 16 días, por lo que nos fuimos dando un agradable paseo por el Kyoto más residencial hasta llegar al Sanjunsanjen-do, conocido por albergar en su interior mil estatuillas de Kannon, la diosa de la misericordia según la tradición budista. Estuvo bien, no de lo que yo consideraría imprescindible para ver en Kyoto pero sí como una buena toma de contacto para ser el 1º día. Además el paseo de la Kyoto Station hasta allí es muy agradable, nada frecuentado por turistas y donde puedes apreciar lo que es el Kyoto cotidiano..Vimos algún templo más (ya desde fuera, pues cierran la mayoría a las 6 p.m. como muy tarde y a lo tonto se nos había hecho de noche. Nos hicimos la primera foto de grupo y nos dirigimos a la Kyoto Station para cenar algo.

                                                            Habría muchas fotos de grupo en este viaje...mola :)

Los sotanos de la Kyoto Station son un lugar estupendo para cenar, pues tienes una gran variedad de restaurantes a un precio bastante razonable. Una parte de nuestro grupo acabaron cenando takoyakis, creo, pero yo tenía un objetivo claro. LA TARTA. Tenía que volver a probar LA TARTA, no podía esperar más. Para los que no lo recordeis, en mi primer viaje me comí en ese mismo centro comercial una tarta de fresa insultantemente buena, que aún a día de hoy sigue siendo la cosa más deliciosa que he probado nunca. (Remenber: http://cronicasjaponesiles.blogspot.com.es/search/label/Kyoto)  Y, por supuesto, quise repetir. Por suerte allí seguía la pasteleria, y seguían teniendo esa tarta en el menú. Cuando la probé tuve miedo de que no estuviese tan buena como la recordaba pero...amigos mios...Japón siempre se las apaña para superar mis espectativas. No estaba buena, estaba deliciosa.


 La perfección hecha porción de tarta

                                                            Esta foto  es pornografía pura. Por la tarta, no por mi XD.

Ya solo me quedaba una cosa por hacer para ser completamente feliz antes de volver al Ryokan...y era...¡pasar por un Lawson a comprar mierda buena!!! Por mierda buena entiendase Melonpanes y demás delicias (que, la verdad, iban a constituir la base de nuestra dieta durante las próximas semanas...)


                                                                                           El oasis del viajero...


Ya sólo quedaba llegar al Towa, ataviarnos con nuestro yukatitas y ale, a los baños. Y no veas lo bien que sentó meterse en el agua calentica después de la maratoniana jornada. Y parecía mentira que el viaje sólo acababa de empezar...

                                                              Atardecer en los alrededores de la Kyoto Station..

                                                                Ale ale, a remojarnos!!! Que nos lo hemos ganao!!!!


                                   つづく...