Mostrando entradas con la etiqueta Toyko. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta Toyko. Mostrar todas las entradas

La odisea de volver a casa ( con un paraguas katana )

viernes, 26 de julio de 2013

Y llegó el tan temido día de regreso, ese en el que sólo deseas que inventen un medio de teletransportarte a tu casa -con tus frikaditas- y ahorrarte los aeropuertos, las aduanas, las horas interminables de vuelo... pero por desgracia, como la gripe, el viaje de vuelta hay que pasarlo. Y intentar, dentro de lo posible, disfrutarlo como parte de la aventura.

Salimos del Edoya alrededor de las 5 de la mañana, rumbo al aeropuerto de Narita. Después de que nos ostiaran 2.400 yenes por el tren (el JRP ya nos había caducado...) pusimos rumbo al aeropuerto mientras desayunábamos en el tren los últimos dorayakis y melonpanes (snif snif)

De camino a Narita




Llegamos al aeropuerto con bastante tiempo, y nos pusimos a hacer cola en el abarrotado mostrador de Alitalia. Estábamos algo preocupados por el tema de los paraguas katana, por si acaso no podíamos llevarlos como equipaje de mano. Y efectivamente, cuando llegó la hora de facturar nos dijeron que "nanai". Después de establecer una conversación en modo bucle con la azafata "parece una katana" "pero es un paraguaas" "pero parece una katana" "pero ES un paraguaaaaaas" nos dijeron tajantemente que había que facturarlas. Y por facturar un bulto extra te ostiaban la nada despreciable cantidad de 100 euracos. Francamente, ya nos veíamos teniendo que abandonar nuestras 7 katanas bonicas en el aeropuerto. Pero esto es Japón, y Japón nunca defrauda. No se si les dimos penica, o que estábamos generando un atasco en la cola importante...o que eramos 10 gaijins y les dábamos miedo cabreados...la cuestión es que la chica de facturación nos consiguió una caja enorme donde, si cabían los paraguas y una maleta y no se excedía el peso máximo, no tendríamos que pagar ningún cargo extra. Y así lo hicimos, pasando así la primera prueba chunga de la gimnama de vuelta a casa.

Custodiando las maletacas...

Haciendo tiempo en la puerta de embarque
 Del vuelo en sí...lo que más tengo que remarcar en que fue jodídamente largo. Infernalmente largo. Más de 13 horas de vuelo. Pa haberse matao. Y además, aderezado por unas turbulencias estupendas a la hora de comer que nos tuvieron a Marina y a mi con la risa histérica durante un buen rato, y haciendo que los macarrones que me sirvieron me sentaran regular...con tanto tumbo. Con decir que no pudieron servir las bebidas...

Cuando la situación de estabilizó intenté dormir, vi algunas pelis, pasé todas las fotos al portatil...y entablamos conversación con un grupito de madrileños que también volvían a casa. El aburrimiento es tal que te pondrías a hablar con un ornitorrinco si te diese conversación -un saludo a los madrileños, si leeis esto XD gracias por amenizarnos la vuelta con vuestro vano intento de ligar jeje-.

Y el motivo principal por lo que el vuelo fue estresante...es porqué no las teniamos todas con nosotros de poder coger la conexión en Roma. Bueno, no es que lo tuviésemos mal, es que matemáticamente era imposible. Sin retrasos, a la hora estimada que aterrizaríamos en Roma deberíamos estar embarcando para Barcelona. Y, como he comentado antes, lo del teletransporte no lo tenemos muy dominado aún. Así que ya nos ves cambiandonos de asiento antes de aterrizar para poder salir cuanto antes y pegarnos unas carreras por el aeropuerto (que con lo entumecidas que teniamos la piernas...iban a ser espectáculares...)

Nos salvó la providencia. O mejor dicho. Un grupo adorable del inserso japonés que cantaba en una coral de la Costa Brava, y cuya monitora/acompañante se pasó las 13 horas dando por culo a las azafatas con el tema de no perder la conexión. Gracias a ellos cuando llegamos a la terminal había una señorita rubia estupenda con un cartel que ponia Barcelona y una lista de pasajeros en las manos. Nos estaban esperando. Casi le estampo un beso en los morros.

Hay un video muy gracioso que recoge la situación, pero básicamente nos saltamos todas las colas y controles y embarcamos directamente a nuestro vuelo en Barcelona, donde ya todo estaba listo y sólo quedaba que nos montásemos nosotros. Se hizo raro despegar cuando acababas de aterrizar pero se agradece la vida poder ganar ese tiempo...Eso sí, siempre que cojáis un vuelo internacional aseguraos de que la escala es humanamente posible de hacer, que te ahorras mucho estrés y luego salen ulceras estomacales.

Un par de horas después, increible pero cierto, estábamos en Barcelona. Y continuando con la potra que nos caracteriza, las 10 maletas llegaron sanas y salvas a nuestras manos. Y los paraguas katana también!!! (aunque uno se había roto un pelín...)

Vero abrazada a la maleta...XD no se si por cansancio o por las frikadas que llevaba dentro jeje

Foto finish EPIC WIIIIN JAPAN 2012 SUPERADO!!!



Y próximamente...como traca final y recompensa para todos aquellos que habéis estado pendientes y leyendo actualizaciones de este viaje, el montaje de video definitivo!!! Porqué 10 españolitos no hacen turismo sin hacer un poco-mucho-el gilipolllas. ;) JAPAN EXPRESS 2012: LA LEYENDA :P Estad pendientes de vuestras pantallas.





4 de abril 2008: Snif...último día....sniiiif

jueves, 26 de febrero de 2009

Este fue un día de lo más extraño. Nuestro último día en Tokyo, nuestro último día en Japón antes de volver a la rutina...La verdad es que era muy fácil ponerse triste, pero procuramos sacarle el mayor jugo posible, y disfrutar hasta el último minuto.

Esa mañana el grupo se separó por primera vez. Ya desde la planificación del viaje a Judit y Jose les hacía mucha ilusión ir a ver el Gran Buda de Ushiku , una gigantesca figura de 120 metros de altura (para que os hagáis una idea, es 3 veces más grande que la Estatua de la Libertad de NY). Luis y yo, sin embargo, estábamos un poco agotados de excursiones y Budas...y nos apetecía mucho pasear por Tokio sin más...disfrutando de aquella ciudad inmensa, donde en cada rincón encontrabas algo fascinante. Y es que me quedaba con la sensación de dejar tanto...tanto por ver...

Los demás (Judit, Jose, Txell y Dani) se levantaron temprano, pues tenían que llegar a Ushiku que está a las afueras de Tokyo, y no fue hasta mediodía que nos volvimos a reunir. Luis y yo nos levantamos un poco más tarde, y disfrutamos de nuestro último desayuno en el Edoya (sniiiiif).

Después salimos del Ryokan sin muchos planes prefijados...Hacía un día estupendo, un precioso día de primavera soleado, y Tokyo nos esperaba. La sensación era fantástica. Nos decidimos por volver a Shibuya, pues la última vez que fuimos estuvimos muy poco tiempo, y además llovía por lo que me apetecía volver a echar un vistazo por allí, y volver a cruzar su famoso cruze, esta vez sin paraguas. El ambiente al llegar a Shibuya era muy tranquilo, se notaba que era día laborable, nada que ver con un domingo por la tarde, que está a rebosar de adolescentes que van de"shopping". Aún así, uno se queda embobado mirando las grandes pantallas gigantes.



Una vez allí, después de visitar el "Shibuya 109" (para ir al baño...por cierto, un centro comercial con lavabos en cada planta e inmaculadamente limpios...aynx...añoro Japón...aquí ya ni en el "Fnac" te dejan ir al lavabo sin haber comprado algo...) nos pusimos a caminar un poco sin sentido...en busca de cosas curiosas. Y sí, cosas curiosas encontramos...pero nos daba miedo alejarnos demasiado del metro, y perdernos. Y creedme, aunque suene divertido no nos apetecía perdernos los dos sólos en Tokyo. XD Así que volvimos al metro. Como habíamos quedado a mediodía con los demás en Asakusa (para volver a comer en el italiano de la noche anterior) decidimos ir yendo para allí. No habíamos visitado su templo y era un lugar con mucho ambiente, más aún con el día tan soleado que hacía. Así que cogimos el metro hasta allí. Curiosamente era la otra punta de la linea, (Asakusa estaba totalmente al otro extremo de la ciudad) pero llegamos sorprendentemente rápido (otra de las cosas que me fascina de Tokyo es lo rápido que va el metro...)

Una vez allí visitamos el templo Sensouji, que por primera vez pudimos ver abierto y a la luz del día. Había bastante más gente de la que esperábamos, normal tratándose de una zona tan turística. Nos entretuvimos comprando los últimos recuerdos para la familia en sus tiendecitas, y comprando tentempiés en los puestecitos de comida, que son una de las principales atracciones de la zona.


La verdad es que la zona estaba preciosa, en plena primavera. Las flores de los cerezos, que ya llevaban muchos días florecidas, empezaban a caerse, lo cual nos dejó estampas preciosas. Los pétalos caían en tal cantidad que parecía que nevaba, y uno no podía evitar sentirse en medio de una escena cursi de un shojo manga.


Y lo siento por el dueño de la casa y su cartel de "No fotografiar"... era demasiado bonito como para dejarlo pasar, hasta grabamos un video por si en las fotos no se apreciaba la "llúvia".



A lo tonto se nos había pasado la mañana, y nos dirigimos al lugar donde habíamos quedado con el resto del grupo. Una vez estuvimos todos juntos, además de hacer una última visita a la Totoro Shop y contarnos las aventurillas de la mañana (Dani vino emocionado porqué la hija de Miyazaki les había pedido un taxi y le habían llamado "Dani-San"...XDDDD en fin...). Nos dirigimos al restaurante italiano, que como ya comenté en la entrada anterior, estaba genial, muy bien de precio y muy rico todo. Era nuestra última comida en Japón, así que no escatimamos y pedimos muchísima comida. Incluso nos trajeron un plato de más, que aceptamos gustosamente puest...ya no iba de ahí. XD La verdad es que la mesa estaba a rebosar de comida, es una lástima que a nadie le diera por hacer fotos de aquel momento. El que si que flipó fue un entrañable señor mayor que había en la mesa de al lado (compartiendo una ensaladita con su señora), y que puso cara de alucine al ver llegar tanta comida, y nos preguntó de donde éramos (imagino que por si veníamos de algún país tercermundista o algo...XD). Por increible que parezca nos lo comimos todo, y salimos de allí más que satisfechos.

¿Y donde pasamos la última tarde en Tokio?...La duda ofende. Y así cogimos el metro en busca de Akihabara, para asaltarla por última vez. Esta vez fuimos bastante a saco, pues era el últimos día y queríamos gastar hasta el último yen en frikeo. Visitamos una librería enorme, donde pasamos mucho rato. Allí me compré tebeos de heidi...y me quedé flipada con la cantidad de Art-books que había (sí...allí hay art-books en las librerías...snif). También nos compramos varias películas de Chaplin ("Luces de ciudad","El gran dictador" y "Tiempos modernos"), que los tenían baratísimos (500 yenes=300 pesetas), y como son mudas nos nos importó que fuera la edición japonesa...Más tarde llegamos a Akihabara y entramos en varias tiendas de figuritas y frikezes en general...donde seguimos comprando casi con ánsia. XD Buscando nuevos antros de frikeo encontramos una tienda en la que vendían merchandaising de la WWE, donde nos tiramos un buen rato y Dani se compró una figuraza de Undertaker. Yo estuve a punto de sucumbir, pero estaba todo algo carillo y me controlé. Lo que yo no sabía es que, más adelante, en una juguetería entorme, encontraría un "Elmo risitas" en oferta que...no tendría más remedio que llevarme para casa, aún sin saber si me cabría en la maleta. XD

Las tiendas iban cerrando...y nos resistíamos a abandonar la zona...¡adiós frikeo! ¡adiós mundo ideal! ¡Adiós paraíso!


Del resto de la noche no recuerdo mucho...sólo visitar un "7eleven" para coger provisiones (para esa noche y para la mañana siguiente que madrugábamos muchísimo) y pasarnos muuuucho tiempo en el ryokan liados con la maleja, intentando meter todos los bultos y temiendo superar el peso máximo de la facturación...Estábamos contentos por todo lo vivido, pero no puedo evitar recordar la sensación de morriña que ya empezábamos a sentir...y eso que aún no habíamos vuelto.

Y en el próximo e último capítulo....el interminable viaje de vuelta a Barna. Snif snif.

Mata-ne!