Ise y Meoto Iwa...Pasando fatiga y calores en el lugar más sagrado de Japón

martes, 26 de abril de 2016



Nos levantamos un día más en Nagoya...tempranito porqué ese día nos tocaba excursión. Visitaríamos la ciudad costera de Ise...y también las famosas rocas Meoto Iwa. 

Lo cierto es que son dos lugares muy importantes y ninguno lo había visitado antes. Ise...por tratarse del santuario Shinto más importante de Japón...y las Meoto Iwa por ser conocidas como "las rocas casadas", representando a los dioses Izanagi e Izanami. Se trata de uno de los símbolos visuales más reconocibles de Japón y me parecía una lástima no acercarnos a verlo, ya que desde Nagoya son muy accesibles en tren.

Así pues...el día prometía. 

Lo primero...un buen desayuno

Antes de ir a Ise, bajamos en la estación JR de Futaminoura...para ver las Meoto Iwa. Se trata de una ciudad costera pequeñita...y no sé si porqué era muy temprano o porqué hacía un calor asfixiante...que estaba casi desierta. Sólo al llegar al recinto del templo encontramos algún que otro turista japonés. El templo está todo decorado con estatuas de ranas...símbolo de prosperidad...y está frecuentado, sobre todo, por parejas jóvenes. La razón son las "rocas casadas" que como su nombre indican...representan al hombre y la mujer...por lo que muchas parejas a punto de casarse o recién casados acuden a rezar para tener un matrimonio duradero y feliz.



Lo de la oveja aún no lo he terminado de entender...
Las aguilas acechándo...
Sonrisas en cada rincón 
Yo con mi paraguas-protege cogote 
estatuas de ranas...ranas por doquier
la entrada al recinto
las Meoto Iwa
tú que opinas rana...que hace mucho calor no?...pues sí.
con las Meoto Iwa (con la marea baja se veían enteras)
templico

por lo visto da suerte refrescarle la mollera a la ranica
super ostras
foto moñas de rigor
adiós Meoto Iwa!!!

La verdad es que el sitio era bonito...pero lo cierto es que al lado del mar el bochorno y la humedad eran tan agobiantes que decidimos irnos enseguida...No he sudado tanto en mi vida!!! En el camino de vuelta...pudimos ver que alguna que otra tienda de "souvenirs" había abierto...y aprovechamos para comprar algún recuerdo. He de decir que más que tiendas parecían anticuarios...en el que entramos...que lo regentaba una anciana adorable...había muchísimas cosas curiosas provenientes del mar (peces disecados, conchas, tortugas gigantes colgadas del techo...etc)




Al seguir el camino hacia la estación nos seguimos encontrando cosas curiosas...


Amir estuvo a punto de robarle algún que otro "trasto" a este vecino...
Un mono con platillos!!!
un ALIEN...pero WTF?!
un perrete shiba inu dormitando a la sombra
A lo lejos se ve una reproducción del castillo de Azuchi (que forma parte de un parque temático de samurais cercano a Ise)

Cogimos de nuevo el tren y en unos minutos llegamos a Ise. En Ise hay fundamentalmente 2 cosas que ver... el Santuario Interior (内宮 Naikū) y el Santuario Exterior (外宮 Gekū). Los dos están separados por unos 6 kilómetros. Nosotros...valientes aventureros que han subido el Fuji...decidimos no gastar en el billete de autobús que te llevaba de uno a otro. El bus es de cobardes.

Un gran error. Un error enorme. Comprad el puto billete de bus. Especialmente si es verano y te has dejado la gorra en el hotel... 

Pero empecemos por el principio...


Espécimen de guiri asada de calor, con toalla mojada en la cabeza...

La entrada al parque que rodea el santuario exterior...Gekku

Antes de nada...os pongo en contexto. Ise es un lugar muy muy muy sagrado para el sintoísmo. Es el equivalente a la Meca para el Islam o San Pedro para los católicos. Si es tan famoso...¿como es que apenas lo visitan occidentales? Pues supongo que será por sus peculiaridades...y porqué es tan tan sagrado que...no puedes apenas verlo. No esperes pagodas impresionantes ni colores llamativos.
De hecho, su arquitectura es mucho más austera que la de los templos japoneses que uno acostumbra a visitar. Madera pulida sin apenas adornos. Y parece tan nuevo como si lo acabasen de construir .Y de hecho...así es. Los templos de destruyen y reconstruyen metódicamente cada 20 años...cambiando el lugar un poco cada vez. Obviamente...está prohibido prohibidísimo hacer fotografías o vídeos de los templos principales. Hay tanto personal de seguridad que te parece más estar entrando en un recinto oficial que en un templo. Pero es que el santuario de Ise es realmente muy importante. Uno de ellos (creo recordar que el principal...el Naiku) está dedicado a la diosa Amaterasu...y tiene una estancia donde solamente puede acceder el Emperador (supuestamente la familia imperial desciende precisamente de esa Diosa...la Diosa del Sol...Amaterasu).

Pero no quiero aburriros con datos que fácilmente podéis encontrar en Wikipedia si os interesa la mitología japonesa. Lo que importa aquí es la experiencia de visitar los santuarios de Ise como turista gañán español... Como os he dicho...hacía un calor infernal...así que lo primero que visitamos fue la "sala de descanso" para turistas. Esto...que no sé si es invento japonés porqué la verdad es que sólo lo he visto aquí...viene especialmente bien cuando el calor aprieta. Una sala climatizada, con vistas al parque, donde tienes té y agua fresquitos gratis e ilimitados...Nos habríamos quedado allí todo el día.

La anécdota más graciosa fue cuando una señora mayor, que nos escuchó hablar en español, vino a hablar con nosotros porqué estaba aprendiendo el idioma y le apetecía practicar. Se puso super contenta...y nos presentó a su "sensei" de español....que era otra japonesa muy salá que hablaba un castellano la mar de aceptable...

Las vistas desde la sala de descanso
Tras charlar con ellas un rato y refrescarnos... nos adentramos en el parque. Bueno...más que parque es casi un bosque. De esos con árboles a los que hay que llamar de usted. La verdad es que, a la sombra, el calor era mucho más tolerable. En realidad lo mejor de Ise son precisamente los jardines que rodean a los templos...recintos sagrados en sí mismos...y venerados como tales.



Al fondo se puede ver parte del recinto sagrado...

Árbol sagrado

Piedra sagrada

Estoy utilizando mucho la palabra sagrado...pero es que es el único calificativo que se me ocurre. Se trata de árboles que sobrepasan los 500 años de antigüedad...El sintoísmo cree en la presencia de kamis (dioses) en la naturaleza...por lo que todo el parque en sí es tan sagrado como los propios edificios de los templos. Es un todo.

Todo el mundo se hacía una foto con las manos extendidas hacia esa piedra...imagino que da suerte...o energía...

Amir a las puertas del Gekku (más adentro no se podían hacer fotos)








Al salir del recinto del templo nos comimos un nikkuman. Aunque seguíamos teniendo hambre... aquel día fue un cúmulo de malas decisiones y una de ellas fue esperar para comer en una zona comercial cercana al otro templo. Error. Cuando llegamos todos los restaurantes ya habían cerrado.

nikkuman
Emprendimos el camino hacia el santuario principal, el Naiko. No fue un camino espectácular...más bien fue bordear una carretera al sol abrasador. No fue buena idea. De todas formas...pudimos hacer fotos de cosas curiosas que yendo en autobús no habríamos podido ver (habrá que consolarse)...

muñequitos saludando desde las ventanas de una guardería...

templo

"te olvidas esto" (no se para que ponen el cartel...si no he visto en Japón una caca de perro NUNCA)

el videojuego YOKAI ATTACK pronto será miooo weeee

vallas kawaiis

castillo hecho de perlas cultivadas en Ise

coches retro al más puro estilo USA

Por fin, llegamos al distrito comercial de Okage Yokocho...una zona muy pintoresca para pasear ya que recrea perfectamente las construcciones y el estilo del periodo Edo. Pasear por sus tiendas y restaurantes es como viajar en el tiempo...

Gatete bailarín

Gatete de la suerte

Okage Yokocho street

Más gatetes

Gatete descansando

Refrigerios para combatir el bochorno

figuritas kawaii

nido con golondrinas pequeñitas

otro detalle de las calles de Okage Yokocho

Pescaderia pintoresca

Dan ganas de ponerlo en el recibidor para "sorprender" a las visitas...

Calle en Okage Yokocho

Refrescándome con un ramune (bebida tipo gaseosa típica de los festivales de verano japoneses...y que tiene una peculiar forma de abrirse)
Por fin, llegamos a las inmediaciones del Naiku...el supertemplo de la diosa Sol Amaterasu...el lugar más sagrado del sintoísmo...un recinto donde sólo el emperador puede entrar. Nosotros...simples mortales...nos conformamos con pasear por los preciosos jardines que lo rodean...y visitar las decenas de sub-templos que nos íbamos encontrando.



Así como en el Gekku las ramas estaban verdes...aquí las ramas estaban secas. He investigado y no he sido capaz de dar con el significado así que...dejémoslo en simbología shinto misteriosa jejeje



Llama la atención la pureza de las formas, lo poco ornamentado de las construcciones, lo limpio... una estética puramente japonesa y no importada de China...en Ise podemos encontrar la esencia espiritual del país nipón...la belleza de las formas sencillas en contraste con lo exuberante y salvaje de la naturaleza a su alrededor.
árbol milenario


Amir más rojo que un tomate y sediento...

Senderos que dan ganas de seguir y acabar como Chihiro...

Bebida azul super rica!!!

gatete al sol

Puente que separa el recinto sagrado de la calle comercial

otro sendero que dan ganas de seguir...y perderse
Como ya os he dicho...no habíamos pagado el bonobús...así que tuvimos un laaaaargo camino de vuelta hasta la estación principal de tren. No se ni cuantos kilómetros andamos aquel día...


Para postre...me confundí y cogimos un tren rápido de vuelta, que no entraba con el JRP...y tuvimos que pagar el billete a parte. En su momento me dio muchísima rabia pero visto desde la distancia...no permitió poder llegar a Nagoya lo suficientemente pronto como para cenar en un restaurante sin que nos cerrase en los morros (cosa que ya había pasado otros días anteriores...)

Nos decidimos por una comida típica de Nagoya...el miso-katsu (escalope de cerdo rebozado con una salsa a base de miso rojo...bastante fuerte pero muy sabrosa). En una cadena llamada Yabaton, que Sanae me había recomendado, y donde la verdad cenamos muy bien. Lástima que tuvimos que comer algo acelerados porque cierran muy pronto....



Ya en el hotel...y tras comprobar que Amir se había quemado al más puro estilo alemán en las Ramblas...nos dimos una ducha y a descansar...que al día siguiente aún nos tocaría andar todavía más.


¡Teníamos que haber comprado el bonobus!