Día 5: Miyajima..."Saben aquel que diu que van 10 catalanes subiendo una montaña..."

martes, 8 de enero de 2013

Agarrense que las crónicas hoy vienen calentitas. Y no sólo por la temperatura infernal que nos hizo en Miyajima sino porqué corresponden a uno de los días más completos de nuestra andadura por tierras niponas.


Nos despertamos muy temprano y desayunamos en el albergue, más bien rapido porqué aún nos esperaba un buen trayecto hasta la isla de Miyajima, que incluia tranvia, tren y ferry. El ferry fue la parte más divertida, claro está, porqué al hacer tan buen tiempo las vistas eran espectaculares, y pudimos ver por primera vez el famosísimo tori flotante (que de flotante nada).

 Dani con un grave problema de doble personalidad....XDDD

 Vistas desde el ferry

Una vez en la isla...nos dejamos llevar por el ambientazo. Entre la cantidad de turismo (tanto internacional como local, pero sobretodo local), los ciervitos, el ambiente primaveral y que el lugar era precioso...entramos en una espiral de querer hacernos fotos con todos que nos retrasó bastante el planning. Pero es que todo era genial y todo nos llamaba la atención, especialmente unos pastelitos con forma de hojita de momiji que había por todas partes y que Marina y yo nos juramos probar antes de volver a Hiroshima.




 Contándole mi vida a un ciervo...que ponía cara de no interesarle mucho -_- ...
                                                                                                Posando con el Tori....

Otra de las...digamos...distracciones de Miyajima fueron los señores atractivos que conducian las carretas esas (que como no se como se llaman pues serán eso...las carretas esas). Que gran oficio y que muslos torneados tenían. Uno de ellos (seriamente guapo, parecía un actor de culebrón japonés) podría habernos denunciado por acoso sexual fácilmente...entre fotos y miradas lascivas que le echábamos...



 Ay omá que rico...

                                                                                       El carretillero y su club de fans XD

Total...que a ese paso no llegábamos al santuario ni de coña. Pero bueno, al final llegamos, y nos tiramos allí dentro un buen rato, y nos compramos un amuleto de la suerte muy bonito y -a juzgar por como fue todo en el resto del viaje- bastante efectivo...





Pero enseguida nos fuimos hacia una zona de la isla mucho menos transitados, pues teniamos el objetivo (muy loable, dicho sea de paso) de visitar el monte Misen. Se podía subir cómodamente en teleférico pero como buenos catalanes no estábamos muy por la labor de pagar los 1.000 yenes que valía. Además Dani ya lo había subido y nos había dicho que no era para tanto, que en 1:30h estábamos arriba, y que no había escaleras ni nada....



                                                              Si ya había carteles que lo advertían...pero no quisimos hacer caso!!!

Todo mentira, por supuesto. Fueron unas 3 horas de agonía escaleril. Nos queríamos morir. Eso sí, como lugar el sitio era precioso, faltaban los kodamas por allí pululando para hacerlo ya totalmente bucólico. Durante la subida hubo tiempo de todo, de hacer miles de fotos y videos, de cantar "Las lluvias de Castamere", de montar una merendola en el campo al más puro estilo español (con bocatas de fuet y jamón made in Japan que resultaron estar más que aceptablemente buenos -también es que teniamos un hambre importante...) En definitiva, toda una aventura hasta que por fin, ya a media tarde, dimos con la cima.







En la cima, entre otras cosas, hay un templo muy bonito, y tiendas en las cuales dejas el dinero en una caja y coges lo que necesites (bebidas frias incluidas) en un ejercicio de honradez que sólo puede darse en un país como Japón. Nos sorprendió ver también ciervos allí en la cima...que no se como coño habrían subido, pero allí estaban, intentando robarles los bentos a las familias japonesas (que imagino que habían subido en teleférico debido a los taconazos que gastaban ellas...aunque juro que vi a más de una bajar en tacones poniendo a prueba todas las leyes conocidas de la física)


 Billetes en una caja....this is Japan

 Alberto alucinando con la neverita abierta....

 En la cima....

 Weee are the champiooooons

 Mucha gente...pero la mitad de ellos...cobardes que usaron el teleférico ¬¬


No había monos. Lo cual supuso una gran decepción para mi. No se me hace subir una montaña para no ver monos. Con lo vaga que soy...

Para la bajada podíamos haber cogido el teleférico que llegábamos en 10 minutos, pero como ya os he dicho, había que pagar "i som molt de la terra nosaltres", así que emprendimos el descenso pensando que todo lo que sube tiene que bajar y que no podía ser tan horrible como la subida. Y de hecho no lo era, se hizo bastante más corto, lo que pasa es que a esas alturas del día estábamos tan físicamente rotos que cada paso era un dolor agónico.

                                           
                                                                                             Ana derrotada...XDDD

Una vez de nuevo en el pueblo (y abandonados nuestros bastones de peregrinos jeje) nos sentamos en la plaza a descansar (que buena falta nos hacía) y a hacer fotos del tori al atardecer, que es cuando más bonito se pone. Nos hubiese gustado esperar a que la marea bajara y acercanos al Tori y tocarlo, que dicen que da buena suerte, pero pasaban las horas y aquello seguía seriamente encharcado...así que nos dimos por vencidos y emprendimos el regreso a casa.








Marina y yo, tal y como nos habíamos prometido, nos escapamos un ratillo en busca de los bollitos de momiji, que resultaron estar muy ricos (yo me comí uno de boniato y el relleno era morado y estaba de vicio).



Curioso descubrir 4 años más tarde que el muñeco amorfo que te encontraste en Himeji en 2008 es
                                                                                   una hoja de momiji de Miyajima...

Ya de noche cogimos el ferry, tren y volvimos a Hiroshima, a pasar nuestra última noche con nuestros amigos del JHoppers. También tocaba despedirnos de Hiroshima, por lo que yo volví a zamparme un otonomiyaki para cenar. porqué yo lo valgo y porqué el día había sido agotador.

Y así nos fuimos a dormir, rendidos pero felices.

En la próxima entrega de las crónicas japonesiles...de Hiroshima hacia el monte Fuji...o como viajar durante todo un día, haciendo 7 transbordos...y que una puta montaña te trolee las espectativas.

1 comentarios :

Verónica Paz dijo...

Los momiji manju estan buenisimos G_G

Nosotros no llegamos a subir al Mt Misen porque estaba nublado. pero vaya reto!!

Si os interesa, hay una web donde puedes mirar las horas de las mareas. Puedo pasartela si quieres.