Asakusa y Odaiba, mis dos imprescindibles de Tokio

jueves, 14 de enero de 2021

Os pongo en antecedentes por si no os acordáis. Aquella noche habíamos dormido en Yokohama. Concretamente, en un love-hotel de inspiración balinesa. Ahí es nada. Nos sirvieron el desayuno en la habitación, dejándonos la bandeja en la puerta. No olvidemos que esto es un love-hotel y la discreción es lo primero. A los usuarios de un love-hotel les gusta la intimidad por encima de todo.. Así que desayunamos en la habitación y nos despedimos de las instalaciones, de las cosas gratis, y de las sillas de masaje. 

De las sillas de masaje fue duro despedirse...

Os juro que volveré...esperadme preciosas

La bandeja de desayuno. Occidental vs Japonés

Nuestro destino para el día era Tokio. Concretamente, dos de mis barrios favoritos. Asakusa y Odaiba. Si disponéis de poco tiempo en Tokio, par mi estos dos lugares son imprescindible. Asakusa es un buen ejemplo del Tokio más tradicional. De hecho si te pierdes en sus callejuelas puede que olvides que estás en la capital. El templo Senso-ji (a pesar de las multitudes) es impresionante y las tiendas de souvenirs y dulces que lo rodean son un clásico para cualquier viajero. 

Antes de nada, dejamos nuestras mochilas en uno de los lockers del metro. Ya que veníamos de pasar la noche fuera y no queríamos llevar más peso del necesario. Las taquillas son maravillosas y una gran ayuda si no quieres cargar con tu equipaje. Las hay de muchos tamaños pero las grandes (donde caben maletas) suelen estar muy demandadas...

Esta foto está hecha para recordar el número de nuestra taquilla. Sin más.

Una vez en Asakusa cumplimos con la tradición de cada viaje. Visitar el Senso-ji, comprar souvenirs y comernos un melonpán. Los melonpanes caseros de Asakusa están deliciosos y si te gusta el melonpán industrial vas a ver que los caseros... bua...esa mierda es otro nivel. Absolutamente impensable irnos de Asakusa sin comernos uno.

La zona que rodea al Senso-ji está siempre muy concurrida, llena de turistas. Puedes ver a gente vestida con Kimonos ya que en los alrededores hay muchos sitios de alquiler de ropa tradicional. Es un buen sitio para comprar un yukata, o cualquier otro tipo de souvenir. Aunque os he de advertir que los precios son más baratos en otras zonas menos famosas. Pero si no tienes mucho tiempo es una muy buena opción por la variedad que ofrece. 









Nunca me había dado por fijarme en lo espectacular que es el techo...

Os recomiendo que no os limitéis sólo a explorar la calle principal. Asakusa está llena de callecitas y pequeñas zonas comerciales techadas (shotengai) que además de ser ideales si hace mal tiempo, os mantendrán entretenidos muchas horas...

Shotengai de los alrededores de Asakusa

Para comer, nos alejamos un poco de la zona turística y acabamos en un pequeño local donde sólo servían Yakisoba (a un precio irrisorio, por cierto). El sitio era más bien para llevar pero nosotros decidimos comer allí mismo. Lo llevaban una pareja de ancianos adorables y la mujer, como no tenía más clientela, estuvo un buen rato hablando con nosotros. Flipó cuando le dijimos de donde veníamos y cuantas horas de avión habíamos necesitado para llegar. Aún recuerdo nítidamente su asombrado "EEEEEEEEEEEEE" y su "¿por qué venir de tan lejos?". Mítica, la abuela de los yakisoba. 

La sencillez de un plato casero delicioso...

Después pasamos por varios sitios chulos, entre ellos un café de erizos al que no me dejaron entrar (snifsnif) porque la verdad es que íbamos un poco mal de tiempo para llegar a Odaiba antes de que anocheciese. Queda pendiente para la próxima...

Kawaiiii

Halloween mood

Odaiba, y en general toda la bahía de Tokio y la recientemente construida playa artificial, me encantan. No me imagino un sitio mejor para pasar una tarde-noche entretenida. Ya he hablado de Odaiba muchas veces en anteriores viajes... pero sigo insistiendo en que no puedes irte de Tokio sin hacerle una visita. Tiene una magia especial...

Se puede ir en barco desde Asakusa, pero yo soy más de monorail. Me encanta ponerme en la parte de delante y hacer fotos. Mira que he montado veces pero me sigue divirtiendo como la primera vez. Es uno de los lugares donde sí que sientes que estás en una peli futurista y puedes ver Tokio en todo su esplendor. 



Una vez en Odaiba, visita al ya mítico Gundam Gigante, que cada vez lo hacen más sofisticado (creo que ahora mismo están construyendo uno que se mueve... supongo que al final harán uno que se pasee por la zona y espero poder vivir para verlo) 





Halloween mood 2.0

Queríamos montar en la noria de Palette Town, pero...igual que en Yokohama...la maldición de las norias no persiguió y estaba cerrada por mantenimiento. Shit happens...

Aruba no está feliz de no poderse subir a la Noria...

Y tú no te rías, Amiru!!!!

Estuvimos un buen rato paseando por la zona e intentando captar la mejor foto de la bahía de Tokio desde la "playa" de Odaiba.  



Ya es Navidad en el Corte Inglés, y en Odaiba aunque aún estemos en octubre


Pasando el rato de tiendas

La imprescindible replica de la Estatua de la Libertad

Acabamos el día yendo al hotel Edoya. Un clásico entre los clásicos de los alojamientos en Tokio. Yo...tengo que reconocer que el edificio ha visto mejores días, que cada vez está todo más cochambroso... pero que queréis que os diga, si no voy al Edoya me parece que no estoy en Tokio. Es como volver a casa, les tengo ya un cariño especial a los dueños y al sitio y no puedo ser objetiva. 

Además, el barrio es genial y sigue abierto nuestro local de tickets donde puedes comerte esta maravilla de fusión entre katsudon y kare-raisu.

No hase falta disir nada más


Ala, hasta la próxima. Cuando termine con este viaje y sin poder ponerle fecha al siguiente...no sé que voy a hacer con mi vida. 






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