No hay otra palabra para definir el segundo día de viaje. Fue AGOTADOR. Aunque pudimos disfrutar de algunos de los mejores recuerdos del viaje.
Nos levantamos muuuuuy temprano, pues tenemos que coger un cercanías hasta la parada Fushimi Inari, un templo conocido por su sendero de toris (10.000 dicen que hay…yo diría que hay más). Prescindimos con todo el dolor del mundo del desayuno de Mamá Pato y vamos al Lawson (oh! Lawson, te adoramos!) de donde salimos cargados con cafés calentitos, Van Houten Cocoa y bollacos varios (mmm, bollaco ladrillooo).
Nos levantamos muuuuuy temprano, pues tenemos que coger un cercanías hasta la parada Fushimi Inari, un templo conocido por su sendero de toris (10.000 dicen que hay…yo diría que hay más). Prescindimos con todo el dolor del mundo del desayuno de Mamá Pato y vamos al Lawson (oh! Lawson, te adoramos!) de donde salimos cargados con cafés calentitos, Van Houten Cocoa y bollacos varios (mmm, bollaco ladrillooo).
Sin estar muy convencidos nos montamos en el tren que lleva al templo. Dos paradas más tarde estamos allí y podemos iniciar la marcha. Es bastante temprano, y apenas hay nadie. Eso le dará a nuestra visita un encanto especial, ya que la ausencia de turistas te hace captar de verdad la espiritualidad del lugar.
Casi salimos de allí convertidos al shintoismo, lo juro. XD. El recorrido se hizo agotador…una ristra de Toris rojos en una ascensión que parecía no tener fin. Pero cuando llegamos arriba nos salieron a recibir unos gaticos muy majos con los que estuvimos entretenidos un buen rato, mientras reponíamos fuerzas. En Japón el gato es un animal especial, ya sabéis. Me sentía como en la peli de Miyazaki “Haru en el reino de los gatos”…Fue genial. Verles corretear y tumbarse al sol entre los altares…entre el rojo de los Toris…
Como salimos de allí todos muy místicos…no pudimos evitar comprarnos cada uno un min-tori de recuerdo, que el señor de la tienda bendeció delante de nuestros ojos cuando los compramos. De los souvenirs más especiales que me he traído, la verdad…
El Fushimi Inari fue de las visitas que más disfrutamos, la verdad…(aunque en cuestión de espiritualidad…en el monte sosa llegamos al “nirvana” XD )
Como salimos de allí todos muy místicos…no pudimos evitar comprarnos cada uno un min-tori de recuerdo, que el señor de la tienda bendeció delante de nuestros ojos cuando los compramos. De los souvenirs más especiales que me he traído, la verdad…
El Fushimi Inari fue de las visitas que más disfrutamos, la verdad…(aunque en cuestión de espiritualidad…en el monte sosa llegamos al “nirvana” XD )
Agotados tras los 10.000 toris, cogimos de nuevo el tren hacia Nara, donde íbamos a pasar el resto del día.
Al llegar nos dirigimos hacia el Nara Park, un complejo enorme donde están situados todos los templos, y donde los ciervos campan a sus anchas. Es un lugar muy animado, lleno de turistas hasta arriba. Nuestra primera parada fue el famoso Kofuku-ji, templo antiquísimo.
Al llegar nos dirigimos hacia el Nara Park, un complejo enorme donde están situados todos los templos, y donde los ciervos campan a sus anchas. Es un lugar muy animado, lleno de turistas hasta arriba. Nuestra primera parada fue el famoso Kofuku-ji, templo antiquísimo.
Allí empezamos la ronda de fotos, y empezamos a pasárnoslo en grande comprando galletitas para los ciervos. La verdad es que llegan a acojonar cuando te rodean 5 o 6 con la mirada fija en las galletas. Si no les haces caso te muerden el culo!!! XD Eso sí, se les ha pegado la educación japonesa, cuando les ofrecías una galleta inclinaban la cabeza antes de comérsela. Al principio nos pareció casual…pero cuando vimos que lo hacían absolutamente TODOS cambiamos de opinión.
(Inciso: Acerca de esto...y para incrédulos...he encontrado un video donde se puede apreciar claramente)
(Inciso: Acerca de esto...y para incrédulos...he encontrado un video donde se puede apreciar claramente)
Caminando en busca de otros templos pudimos apreciar que allí los cerezos ya habían florecido, por lo que nos pudimos a hacer fotos como locos. Era curioso ver la excitación que provoca en los mismos japos el hanami. No paran de hacer fotos con el móvil a los sakuras, lo cual no deja de sorprender teniendo en cuenta que lo viven cada año. Para ellos es un momento del año muy especial. Ojalá en España también celebrásemos la primavera así…
Puestos a superar la barrera del topicazo, no pudimos resistirnos a comprar bolitas de pulpo. ¡Que ricas! (eso sí, ardían las cabronas XD).Más tarde pasamos por una Oficina Turística ultramoderna donde nos dieron té gratis y había una máquina simuladora de terremotos muy curiosa. Allí también dejamos nuestra huella en el libro de visitas…o lo que nosotros supusimos que era el libro de visitas, pues estaba todo en japo…XD
Más adelante encontramos una calle llena de tiendas de souvenirs, donde me compré un peluchín de un ciervo que me acompañó durante el resto de nuestra estancia en Japón. Allí también pudimos degustar unos pinchos con bolitas de pasta de arroz. Toda una experiencia.
Finalmente llegamos al Todai-ji, principal templo de Nara, donde se encuentra un Buda de 15 metros de altura. La verdad es que el templo es impresionante. Es la construcción de madera más grande del mundo. En directo impresiona. Muchísimo. Dentro tuvimos la inmensa suerte de ver a 2 luchadores de sumo!!! Pudimos comprobar que es cierto que los japoneses les veneran, y les piden que cojan a sus bebés en brazos para que estos crezcan tan fuertes y sanos como ellos.
En la parte posterior del templo una de las columnas contiene un agujero de unos 50 cm. el cual se dice es del mismo tamaño de la fosa nasal de la estatua de Buda. Los japoneses creen que si uno es capaz de atravesar la columna, podrá acceder a la sabiduría del Buda. Suelen pasar sobretodo niños, pero tanto yo como Dani nos animamos a pasar. (Bueno…a mi de hecho me tuvieron que arrastrar dentro para deleite del grupo de escolares japoneses que tuve como público y me jaleaban XD. Que vergüenza pasé!.
Aquí empezábamos a estar agotados, y se nos hizo eterno el camino hasta el santuario Kasuga Taisha, un lugar precioso, todo de color rojo (el color del shintoismo) y lleno de linternas de madera. Pero estábamos tan agotados que ya sólo pensábamos en encontrar un sitio para sentarnos y comer algo antes de morir de inanición y cansancio. Debían ser las 5 o las 6 de la tarde.
Caminando por el Naramachi (barrio antiguo de la ciudad) entramos en un bar donde comimos muy bien y muy barato. Riquísimo todo. Con las pilas cargadas nos dispusimos a volver a la estación para coger el tren, pero antes nos paramos en un SEGA CENTER, donde pudimos pasar un ratejo alucinando con los videojuegos y máquinas recreativas. ( otro topicazo cumplido!) Probamos los UFO catchers pero no hubo suerte.
Después de esto, nos acercamos a una oficina de turismo para intentar averiguar donde había un cibercafé desde el q mandar señales de vida a familiares y amigos (porque a todo esto...aún no habíamos dado señales de vida XD), y allí sucedió una de las anécdotas más graciosas del día:
Japo: May I ask you where are you from?
Luis: No, no. No more.
No recuerdo q fue lo q entendió Luis, pero fue un momentazo espectacular xDDD. Pobre hombre. Que carilla se le quedó. A pesar del desplante ;P, el buen hombre nos indicó donde encontrar lo q buscábamos y encontramos un ciber que era una pasada. (Teniendo en cuenta lo que es un ciber en España...). Cientos de mangas gratis, salas individuales con sofás incluidos, todo tipo de bebidas gratuitas...y unas tarifas de risa. Eso sí, nos contó hacernos entender con los dependientes. No tenían pinta de recibir muchos gaigins y no sabían nada de inglés...
Dani con cara de haber encontrado el paraíso friki...(se nota que aún no habíamos pisado Tokio...juas juas)
El camino de vuelta fue muy tranquilito. Como siempre hubo quién dormitó un poco. XD Lo más destacable era que los radiadores estaban situados bajo los asientos, imagino que para evitar que las piernas de las japos que van en minifalda se congelen…pero la verdad es que pasamos un calor en aquel tren…uuuf XD
Y de ese día no recuerdo mucho más XD Supongo que el agotamiento nos venció y nos fuimos al ryokan a descansar temprano. Creo que fue uno de los días que no me atreví a bajar a los baños públicos porqué había un grupo de japos montándose allí una orgía fiestera…para descontento de Dani y Luis, que querían usarme como espía para satisfacer sus perversas fantasías voyeuristas con japonesitas…en fin…XD
Y para la próxima…el Templo Dorado y mucho más….:P
1 comentarios :
Fushimi Inari es genial!!! hay que subir! aunque las piernas digan bastaaaaaaa xD jajaja
también fue uno de los lugares quemas nos gustó ;)
Publicar un comentario