Era domingo, y nos levantamos bastante temprano (para no variar XD). Luis y Dani me acompañaron a mi supuesta “cita médica”… Tal y como la compañía nos había contado, el hospital estaba bastante cerquita. Un hospital universitario llamado YUNTENDO. Entramos y aquello parece estar desierto. Nos dirigimos al guarda de seguridad y este se muestra algo desconcertados cuando les decimos que nuestro seguro nos ha enviado allí, y que quiero que me vea un médico, a pesar de ser día festivo. Finalmente hace un par de llamadas y me atiende una doctora japonesa jovencísima y digna de protagonizar muchas fantasías hentai XD. Me examina, me mira la temperatura y me diagnostica lo que ya sabíamos, una infección de garganta. Me receta antibióticos y calmantes. El problema viene a la hora de ponerse en contacto con el seguro. Por lo visto hay un “problema” y tenemos que abonar la nada despreciable cantidad de 30.000 yenes (que es una pasta gansa) por la visita, pero que no había problema y que al día siguiente fuera al hospital y me devolverían el dinero.
En una situación así…poco puedes discutir. Y más con lo que ya nos costaba comunicarnos de por sí, por lo que desembolsamos la pasta (quedando nuestro presupuesto seriamente dañado) y nos dirigimos al Edoya, donde nos esperaban Jose, Judit y Meritxell para partir hacía el famoso parque de Harajuku.
Toda desazón que pudiera arrastrar por el incidente mañanil…desapareció al llegar allí. Realmente es de los mejores lugares donde jamás he estado. Un barrio con un ambiente increíble. A rebosar de gente joven de todo tipo (y creedme cuando digo…de TODO tipo) Son especialmente llamativas mis “queridas” goti-lolis y demás panda freak cosplayeada que se dejan fotografiar en el puente de Harajuku. Pero lo que más me impresionó fue el inmenso parque. Para empezar, tenías una banda de J-POP tocando cada 5 metros (no exagero, cada 5 metros, las músicas se entremezclaban y todo…) Además de mercadillos, puestos de comida…También merecen una especial mención los rockabilies…con su cádillac rosa y sus tupés imposibles bailando en plena calle.
Toda desazón que pudiera arrastrar por el incidente mañanil…desapareció al llegar allí. Realmente es de los mejores lugares donde jamás he estado. Un barrio con un ambiente increíble. A rebosar de gente joven de todo tipo (y creedme cuando digo…de TODO tipo) Son especialmente llamativas mis “queridas” goti-lolis y demás panda freak cosplayeada que se dejan fotografiar en el puente de Harajuku. Pero lo que más me impresionó fue el inmenso parque. Para empezar, tenías una banda de J-POP tocando cada 5 metros (no exagero, cada 5 metros, las músicas se entremezclaban y todo…) Además de mercadillos, puestos de comida…También merecen una especial mención los rockabilies…con su cádillac rosa y sus tupés imposibles bailando en plena calle.
Gibson rosa preciosa (y abandonada XD. Como no podía ser de otro modo...no encontramos muchos instrumentos musicales carísimos sin vigilancia alguna...Impensable en España, vamos)
Un encanto añadido fue ir en plena celebración del HANAMI (o “contemplación de los cerezos”). Había miles de japos celebrando picnis bajo los cerezos. Realmente era impresionante de ver. Uf. No lo había pasado así de bien en siglos. Me habría quedado allí todo el día…pero teníamos muchas otras cosas que ver…y además se puso a llover y tuvimos que correr a refugiarnos (y de paso a comer algo, que ya era mediodía)
Video recopilatorio de la mañana:
Entramos en una especie de centro comercial (pero todo lleno de bares y restaurantes), llenos de pijas japonesas y con pinta de bastante caros. (donde estén los “bar manolo” típicos japoneses…) Al final optamos por un bar de sushi con cinta giratoria, de los que se suelen ver por aquí, vaya. Los precios no eran ninguna ganga, así que no comimos mucho, la verdad. XD Cada platito tenía un precio, y los precios bajos escaseaban, mientras no parábamos de ver pasar suculentos bocados no aptos para nuestros bolsillos.
Como curiosidad sobre el sushi japonés…ponen mucho wasabi. Si no andas con cuidado y retiras un poco antes puedes pasar…un mal trago XDDDD.
Como curiosidad sobre el sushi japonés…ponen mucho wasabi. Si no andas con cuidado y retiras un poco antes puedes pasar…un mal trago XDDDD.
Cuando ya se había hecho de noche, nos dirigimos a nuestro siguiente destino: Shibuya. No había dejado de llover, pero quizás eso le dio a su famosos cruce algo más de emoción (¡el cruce más transitado del mundo….con paraguas! ¡Y sin sacar un ojo a alguien!). No tuvimos tiempo en ese momento de visitar las tiendas (el famoso Shibuya 109, que por cierto tiene una forma bastante sospechosa XDDD…), pero si de hacernos la foto de rigor con Hachiko, el perro fiel, y de quedarnos embobados con los anuncios que proyectaban las pantallas gigantes. Realmente…es una zona con tanta iluminación que hasta de noche, parece de día. XD
Dani no se rendía y siguió preguntando por el “Mandarake” (una tienda otaku bastante importante) a toda persona con pinta de friki que pasara por allí (cosa difícil en Japón…donde todo el mundo es tan peculiar :p) Al final milagrosamente lo encontramos. La tienda no era para tanto, pero hicimos nuestras compras. Allí encontré mi figuraza de Jack Skelleton por 1900 yenes….que es preciosa y aquí me habría costado una pasta gansa. (echo de menos Japón, snif)
Creedme...la satisfacción de encontrar una tienda concreta en Tokio sin tener ni idea de donde puede estar...es muy grande XDDD
Cansados, encontramos un italiano con bastante buena pinta, donde comimos unos spaguettis a la carbonara bastante ricos. (aunque el camarero era un poco rancio…todo hay que decirlo).
Y hasta aquí la jornada. Siento que esta crónica se haya basado en describir las cosas que me compré…pero es que fue básicamente a lo que dedicamos aquella tarde. A comprar como enfermos. XD. Aynnnnx, que tiempos…
Y hasta aquí la jornada. Siento que esta crónica se haya basado en describir las cosas que me compré…pero es que fue básicamente a lo que dedicamos aquella tarde. A comprar como enfermos. XD. Aynnnnx, que tiempos…
Y en el próximo episodio de las Crónicas Japonesiles…El inmenso AKIBA y más compras compulsivas en ASAKUSA (el paraíso del coleccionista de novedades, souveniiiiirs, y artículos de coñaaaaa).
Mata-ne!
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